domingo, 24 de febrero de 2008

Balada de la Fórmula Definitiva y Paradojal

León de Greiff
I

Necias disquisiciones de fastidiosa ética:
mi cabeza, la ilusa, anda muy mal de juicio...
(peor la flaca bolsa, de irónica aritmética...!)
Le pregunté a la esfinge que tengo a mi servicio:
—oh ¿cuál será la fórmula, de virtud o de vicio,
que rija mis futuros? —y los abstrusos senos
musitaron unánimes, en tono profeticio:
¡todo no vale nada, si el resto vale menos...!|

II
Eblís llévese entonces la ilusión que acaricio,
me dije, seducido por frase tan sintética;
acudí, sin embargo, a otro dios más propicio:
al Buda que reniega la física kinética...
Pendía de sus labios de palidez ascética
y presto oí del verbo los indecibles trenos,
la turbia paradoja de recia apologética:
¡todo no vale nada, si el resto vale menos!


III
Pero no satisfecho de esa sentencia herética
(tan absurda a las fibras de mi amante edificio),
fui tras otras palabras de más suave fonética,
que curasen mi trágico padecer adventicio.
Ninguna ¡no, ninguna! dio con el artificio
de ese bálsamo amable de perfumes amenos.
Todas fueron acordes cantando el epinicio:
¡todo no vale nada, si el resto vale menos!


Envío
A cuál? A quién?: al cínico señor del Maleficio,
al misterioso búho de alma peripatética!
Singlaremos entonces con rumbo al precipicio,
con rumbo al precipicio y a la nada hipotética,
pero iremos impávidos, ecuánimes, serenos,
diciendo la parábola desdeñosa y estética:
todo no vale nada, si el resto vale menos!


domingo, 17 de febrero de 2008

A Ella.


Amiga, no tengas miedo,


Se disipó esa oscuridad gris que nos cubría y creo que ahora llegó el momento de sólo sonreír. No es igual y nova a ser lo mismo pero ya es hora de cortarle las alas a los miedos y simplemente sentir. Te lo dije alguna vez, el amor es a veces tan ingrato que es mejor disfrutar la tranquilidad de pensar en uno mismo, aunque sea una vez. Ahora te digo algo diferente, con la misma fuerza con la que se ama, se olvida, y después de ese largo camino nos debe alegrar poder decir que lo hemos perdido todo, menos la fuerza.


La razón puede decir lo que se le venga en gana, si todos se dan el gusto de perderla de vez en cuando, ¿por qué no perderla ahora nosotros? Qué mayor satisfacción que saber que la hemos perdido en aquellos brazos que tanto deseamos, aquellos que de nuevo se extienden hacia nosotros.

domingo, 10 de febrero de 2008

Sobre Ella.


Ella buscaba una regresión a ese pasado fugaz del primer amor, no sólo para tener un buen recuerdo sino para traerlo a su futuro y revivirlo, en un tiempo distinto, de una manera diferente pero con la misma fuerza; pretendiendo también recuperar ese sentimiento que la llevaba a creer que el amor correspondido le abriría las puertas y podría tener, en cuestión de un segundo, el mundo a sus pies. Seguía, igual, atemorizada, no es lo mismo entrar a un lugar cuando se tiene pureza, que violar su magnificencia penetrando en él con barro en los pies. No la entiendo, nunca me he encontrado en su lugar, yo por mi parte he decidido seguir mis viajes sin retornar a lugares ya visitados y a veces me burlo del hecho de tener que deshacer mis pasos; pero por ella y a través de sus historias he logrado estar ahí.

domingo, 3 de febrero de 2008

Flashback


Al fin la verdad se va descubriendo para seguirme atando a un pasado que olvidé. Si pudiera decir tantas cosas, no tendría la necesidad de gritarlas desde adentro, pero es inútil porque no existe razón cuando se aplica la completa estupidez. Lo veo caer en ese abismo, ha cruzado la línea que lo separaba de la locura absoluta sólo por huir de sus propios miedos que se representaban en una absoluta soledad. Es comprensible, fue segado por mi luz y ahora no reconoce que ha caído en una mayor oscuridad. Existe algo que quiero decirle: no sirve de nada borrar las huellas en la arena ya caminada, los recuerdos siempre serán los únicos que lo aten a lo que aún conserva de cordura y esa será la cruz que ha de cargar.