domingo, 7 de septiembre de 2008

Ocupaciones varias IV - La Mujer





Personaje preguntó – ¿Cómo así que necesidad?- - Necesidad…- Respondió la voz, - Si. Cuando estás solo necesitas hacer las cosas por ti mismo, no las haces verdaderamente por que puedas o por que quieras, sólo que no tienes otra salida, necesitas hacerlas. De ahí que debas dejar de recolectar retazos, por que allí encuentras lo necesario, pero vives en el vacío -.

Personaje se sintió triste, ¿había vivido siempre en el vacío, como decía la voz?, estaba seguro que no, pero no sabía como explicárselo a ella. –No hay nada de ti que yo no sepa Personaje – Dijo la voz – Se que ha habido momentos en tu vida en los cuales has tenido verdadera compañía, ahí no ha existido el vacío; ¿y ahora?, si tanto anhelas la independencia es porque no la tienes, pero no te sientes bien con lo que ahora posees-. Personaje estaba perplejo, las palabras de esa voz daban vueltas en su cabeza y al mismo tiempo se preguntaba ¿Quién podía ser esa que sabía tanto de su vida?, sus palabras dibujaban sentimientos que alguna vez se habían despertado muy adentro de su ser, eran palabras que lo definían y que al mismo tiempo se sentían tan lejanas a lo que él creía ser.

La voz empezó a cantar un verso de una canción a la madre tierra y sin saber por qué Personaje empezó a bailar. Las palabras dichas por esa voz retumbaban en su mente dolorosamente, pero aún así quería seguir hablando con ella, quería escuchar lo que tenía para decirle y con mayor fuerza quería verla. La voz siguió cantando y Personaje bailando esa melodía que recorría sus huesos, en aquel pequeño mundo azul pero no turquesa.
¿Qué mas necesitas saber de mi?-Preguntó la voz. ¿Qué hacer? – respondió Personaje, mientras pensaba en la temporalidad y en el mundo real. – Eso es lo primero, aléjate del mundo del tiempo cronológico, de los minutos y las horas que te ordenan que hacer, vive según te dicte tu interior y has lo que él te pida cuando puedas hacerlo; además debes entender que no siempre va a ser así. Tendrás que aprender a vivir en dos mundos. - - ¿Dos mundos?- Si, el mundo real y el dado por ti. Hacer las cosas que debes y encontrar tiempo para lo que quieres sin dejar una u otra- respondió la voz como dictando sentencia. Personaje pensó en lo difícil que sería eso que le dictaba ella, se imaginó en su mundo viviendo a destiempo.

– Di que no- dijo la voz y suspiró, Personaje dijo- no- y la voz se río infantilmente como antes. –No es siempre fácil, debes aprender a decir que no de vez en cuando, así sepas que vas a causar algo de dolor a quien se lo dices; no es malo ser egoísta a veces, es decir, si lo que quieres lo quieres desde adentro, si realmente lo deseas- Personaje pensó que decir que no era algo fácil para él, aunque muy en el fondo ambos sabían que era algo que él no hacía muy a menudo.
Personaje puso sus manos sobre su rostro y de nuevo se preguntó ¿Quién era esa voz, que parecía conocerlo tan bien?, desde adentro de su ser escucho que la voz le pedía que cerrara los ojos y en esa oscuridad, esa gran oscuridad que se ve cuando se cierran los ojos, la oscuridad de su interior, vio una luz. -Sígueme- escuchó que le decía y él, aún con los ojos cerrados, empezó a caminar con la luz o hacía ella, sintió que una mano se encontraba con la suya pero no vio nada, sólo sintió como era guiado por un camino.
-Abre los ojos- dijo la voz y Personaje se encontró frente a una hermosa mujer con alas, no era un hada, ni un ángel, era sólo una mujer alada.
-Ahora me has visto, es hora de que regreses al punto inicial- dijo la mujer.
¿Cual punto inicial?- pregunto Personaje,
- Al punto donde todo inició.- obtuvo como respuesta.
-¿Quién eres?- Preguntó él.
-Soy tu razón- contesto ella.
Personaje sintió que era tiempo de abrir los ojos, y allí estaban las “varias puertas” esperándolo.
(Es hora de que Personaje decida por cual puerta debe entrar ahora).