Ocupaciones Varias I (a manera de introducción)

Hoy no se piensa, a veces se pregunta qué pasó, qué se hizo o qué se permitió hacer. Fui cegada una noche inesperada, esa noche de evocación musical en la que se pretendía redescubrir momentos, terminé descubriendo una luz. No se pretendía nada, a diferencia de esas muchas otras noches en las cuales se pretende sumar personas al finito ciclo vital; pero se encontró el caos, el gran big bang, la explosión que dio origen a la maravilla, esta que se convirtió de nuevo en caos.

Hubo algún contacto inesperado, que despertó la búsqueda de otro contacto más deseado. Una conversación cotidiana, musicalizada por las finas palabras de algún genio, mientras ambos acercábamos nuestra existencia de la manera más habitual del mundo, con un beso. La hecatombe se produjo cuando intenté darle sentido a la viceralidad que nos rodeaba y obtuve como respuesta un juego infantil, parte de nuestra anatomía valerosamente intentaba conseguir lo que ambos deseábamos.

Después de la explosión, un largo silencio; una vueltacanela en el aire y una situación incoherente me empujaron al lado del camino mientras me preguntaba sí ese era mi lugar. Se me pidió crear y recree un momento de lucidez que terminó por crear un silencio aún mayor, se escribió desde adentro sobre un adentro que no es mío y que concluyó con un personaje muy cercano a una realidad, tampoco mía. Para el final tengo dos preguntas ¿Será que sólo abrí una grieta? O ¿Me lace al vacío, en caída libre y sin red?